La termografía aérea es de probada eficacia en muchos campos. En la revisión de estructuras de gran tamaño evita además la exposición de los operarios al peligro.
La termografía es una técnica que permite registrar la radiación térmica que emite un ser vivo o un objeto. El fin es calcular y determinar temperaturas a distancia, con exactitud y sin necesidad de contacto físico con dicho objeto.
Para realizar esta evaluación de manera precisa, se tienen en cuenta factores como la distancia existente entre la cámara y el objeto, la humedad ambiente…
Es necesario distinguir entre termografía cuantitativa y termografía cualitativa:
- La cualitativa se realiza con temperatura aparente, es decir, no es necesario saber con exactitud la temperatura real del objeto a estudiar. Se basa en el análisis de la imagen para revelar y localizar una anomalía.
- En los análisis termográficos cuantitativos se trabaja conociendo la temperatura real. Esta temperatura se usa como criterio para determinar la gravedad de un problema y establecer prioridades de reparación.
Desde revisiones para controlar la calidad energética, hasta detección de fugas.
Cuando asociamos la termografía a un dron, el resultado es un conjunto poderoso y de gran utilidad para actividades como:
- Detección de patologías y pérdidas energéticas en edificios: evaluación de su eficiencia térmica, localización de fallos en su construcción (baldosas sueltas…), detección de fugas de agua, gas… Localización de pérdidas energéticas provocadas por aislamientos defectuosos, mala estanqueidad, deficiencias en estructuras o tuberías…
- Mantenimiento e inspección de estructuras eléctricas como por ejemplo:
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- Plantas y torres eléctricas: revisión y estado de aisladores, estudio de cableado para descubrir fallos de conexión, evaluación de la estructura para localizar posibles fallos, estudios cuantitativos de las instalaciones, comprobación del estado de bornas, conexiones, fusibles… para detectar deficiencias en su funcionamiento, sobrecalentamientos… Utilizando drones, es posible tomar imágenes a distancias muy cortas.
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- Revisión de aerogeneradores: Localización de zonas de rozamiento de las palas y su mantenimiento preventivo, revisión de palas para evitar su rotura debido al estrés de trabajo…
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- Plantas de energía solar: la técnica de la termografía aérea es muy eficaz para el estudio y revisión de células foto-eléctricas para localizar células “muertas” y comprobar que se encuentran dentro de la temperatura de rango de trabajo (tienen una pérdida de producción de aproximadamente el 5% cada 10º). Con la termografía aérea, es posible la toma de datos mientras las placas están trabajando a pleno rendimiento.
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- Gaseoductos y Oleoductos: Mediante la obtención de un mosaico de imágenes, se pueden detectar fugas, fisuras y roturas en las tuberías, lugares invadidos por la vegetación…
- Inspecciones en obra civil: Localización de pérdidas energéticas provocadas por aislamientos defectuosos, mala estanqueidad, deficiencias en estructuras o tuberías, detección de escapes de agua, gas… descubriendo así el punto exacto en el que se debe actuar.
- Seguridad y rescate: Tareas de localización y salvamento de personas accidentadas, seguimiento de incendios para detección de puntos calientes…